El Manifiesto Ágil

El 17 de febrero de 2001, 17 líderes del mundo que se dedicaban al desarrollo de software, representantes de Extreme Programming, Scrum, Adaptive Software Development, Crystal, Pragmatic Programming, entre otros, se reunieron en Snowbird, Utah, para acordar una base cultural alternativa a las metodologías tradicionales para el desarrollo de software.

Además de querer pasar un buen rato esquiando, comiendo y disfrutando una buena bebida, también querían determinar qué podían hacer para mejorar el desarrollo de software dado que en aquella época los productos no satisfacían las expectativas de sus clientes.

Es así como, tan brillantes mentes, proclamaron estos valores: personas e interacciones sobre procesos y herramientas, productos que funcionen antes que documentar lo que se supone deben hacer, colaboración con el cliente sobre negociación contractual y responder al cambio antes que seguir un plan.

La forma de entenderlos es: tiene más valor las personas y sus interacciones que seguir procesos y herramientas, tiene más valor un producto que funciona antes que tener documentos que lo referencien, tiene más valor la colaboración asertiva con el cliente sobre revisiones contractuales y es más valioso incorporar el cambio antes que rechazarlo.

Adicionalmente, en esta reunión se dio inicio al desarrollo de los 12 principios ágiles.