Una aventura ágil

agile scrum Oct 17, 2023

Cuenta la leyenda que en un reino muy, muy, muy lejano, criaturas místicas creaban maravillas de forma ágil que sus dioses disfrutaban con regocijo sin igual. Fin.

Pues bien, no es una leyenda, y aunque sí hay "maravillas", tampoco hay criaturas místicas. Es nuestra realidad, la tuya y la mía. Veamos de qué va eso de la agilidad.

Esta es la aventura que viven aquellos que dejaron de trabajar más duro para hacerlo de forma inteligente sobre un propósito retador. Es la aventura que nos lleva a la creación, desarrollo y mejora de productos, servicios, soluciones y resultados que los dioses, perdón, que nuestros clientes amarán.

¿Y por qué los amarán? Porque iremos más allá de "hechos con amor", para desarrollarlos desde una perspectiva ágil e innovadora, con enfoque en valor, calidad y oportunidad.

¿Me siguen?

Entonces hagamos un ejercicio mental. Empecemos por el final. Sí, por el final. Ese donde nuestro cliente está lleno de felicidad, como los niños en la Nochebuena desempacando sus regalos. ¿Lo ven? ¿Lo escuchan? ¿Pueden sentirlo? ¿Qué es lo que hicimos para generar tanta satisfacción en nuestro cliente? ¿Lo tienen? Toda aventura comienza con un paso, con un plan, ¿cierto?

El plan, cualquier plan, es una hoja de ruta, no la ruta en sí, pero nuestra forma de planear es algo diferente. Como sabemos que no podemos predecir el futuro, nos aseguramos de que nuestra planificación se mantenga "fresca".

Esa frescura se la damos al plan, re-planificando periódicamente. Cuanto más corto el intervalo de re-planificación, más fresco será el plan; tiene sentido, esa es la parte fácil del plan.

La parte interesantemente ágil es que planearemos no lo que creemos que nuestro cliente valorará (por cierto, aún no recibí el robot que siempre pedí), sino que priorizaremos lo que nuestro cliente valorará tener más pronto. Plan en marcha, manos a la obra (como si fuera tan fácil).

¿Y si nos desviamos del plan?

Eso puede ser un problema si nos damos cuenta el día de la Nochebuena. Entonces, ¿qué tal si revisamos el plan contra el trabajo completado en tiempo real? Cuanto antes detectemos desviaciones, más rápido podremos corregirlas; tiene sentido.

Ahora tenemos un plan "vivo" que madura según las circunstancias. ¿Qué tal si, con cierta frecuencia, le mostramos a nuestro cliente cómo empiezan a verse sus deseos? (En mi época, no hace mucho, por cierto, había muchos tipos de robots, yo quería uno en particular). Creo que es una forma inteligente y ágil de entender las expectativas de nuestro cliente e incluso nos da la maravillosa oportunidad de incorporarlas a nuestra obra maestra en desarrollo.

Tal vez todo este trabajo parezca arduo y probablemente lo sea. Entonces, tomemos un tiempo para revisar nuestras dinámicas, de manera que este increíble equipo de trabajo madure y crezca con el tiempo, lo que hará que nuestras formas de interacción sean más ágiles y eficientes. Esta eficiencia, sin duda, se reflejará en lo que hacemos.

¿Sigues conmigo en esta aventura? Muy bien.

Esta es la forma en que trabajan los verdaderos equipos ágiles, equipos con la mentalidad ágil correcta y los elementos operativos efectivos para entregar valor con criterios de calidad y oportunidad al mismo tiempo que se desarrollan equipos hiperproductivos.

¿Has entendido la historia, verdad?

Entonces, en gran medida, has captado los elementos del marco de trabajo ágil más poderoso que existe: Scrum.

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